jueves, 21 de junio de 2018

Novias consentidoras

Con frecuencia, las mujeres nos quejamos de que nuestros hombres son como niños. Pero pocas veces nos paramos a pensar que quizá están comportándose así porque nosotras se lo permitimos, o incluso peor, porque alimentamos esas conductas. Un ejemplo muy típico es cuando la chica habla de su pareja con expresiones como "mi niño", "mi bonito" y similares, cayendo así en una postura de excesivo mimo hacia ellos. No los ven como adultos sino como seres que dependen de ellas, o como personas independientes que pueden hacer lo que les de la gana porque ellas se lo van a perdonar todo, porque están ciegas de amor o porque piensan "es tan guapo que lo demás no importa", o por el motivo que sea. 

El hecho de tener pareja es para algunas mujeres, por desgracia, el principal y casi único objetivo en la vida, y el hecho de poder cubrir ese hueco ya es el premio, y por tanto importa más mantener la relación al precio que sea que reconocer que la cosa ni es tan bonita ni funciona tan bien. No caigas en el error de ver a tu pareja como algo tuyo como si fuera un hijo, porque no lo es. Una cosa es llamarlo "mi chico" y otra pasar ya a la palabra niño. No creas que eres su segunda madre o su protectora, ni siquiera creas que por la magia de tu amor se convertirá en otra persona mejor. 

Además, nada te garantiza que él se vaya a quedar a tu lado si lo tratas como un niño, no sirve de nada situarlo en esa posición, no es un buen truco psicológico, de hecho no hay trucos psicológicos con los hombres, por mucho que haya libros que quieren venderte la receta mágica. Puede que a ratos a él le convenga ser "tu niño", mimado, consentido y malcriado, pero el resto del tiempo se preguntará qué demonios hace con una mujer que no es capaz de verlo como un hombre y que encima se queja de que no actúa como tal. 

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